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Realmente el evangelio de Mateo, en este pasaje, ¡cuánto nos interpela, por qué misterio! “Los hermanos se presentan fuera tratando de hablar con Él”. Otros evangelios son muy crudos en este punto y dicen que porque se corría la voz de que estaba loco. Este evangelio se San Mateo no dice eso, sólo dice que querían hablar con Él.

“Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren hablar contigo. ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y todo el mundo cuando comenta este evangelio dice: bueno, es que la Virgen María es más madre de Cristo porque siguió enteramente de un modo inmaculado toda la vida la voluntad de Él, más incluso que por su maternidad, y así salvan esta explicación.

Ahora, para nosotros aquí eso tiene una aplicación a la que no hay que buscarle rodeos. Si hacemos lo que nos dice, el que cumple la voluntad de mi Padre del Cielo, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre. No solamente aquí esas señoras serán mis madres si cumplen la voluntad del Señor, estos otros señores serán hermanos míos, y estas señoritas serán hermanas mías si cumplen la voluntad de Dios. No, cada uno todavía es más, si cumplimos la voluntad del Padre cada uno es madre, hermano, hermana de Cristo, todo a la vez, e imágenes del Padre con San José.

Seguro que si hubiera ido San José con María y sus hermanos, pero claro, como van su madre y sus hermanos, dice: no, no, cualquiera que cumpla es como éstos, madre, hermano y hermana. Pero si hubiera estado San José habría dicho: padre, madre, hermano y hermana.

De una homilía del año 1988 (Mt 12,46-50).

Audio:

Texto: Alfredo Rubio
Voz: Javier Bustamante
Producción: Hoja Nuestra Señora de la Claraesperanza