La Biblia nos dice que David era un hombre según el corazón de Dios. (Ac 13, 22) Pero, ¿qué quiere deir esto? Hay un relato de la vida de David que me gusta especialmente. Es cuando encuentra a Abigail, la esposa de Nabal. (I Sam 25)

Nabal ofende a David, entonces éste ciñe su espada y toma 400 hombres de su ejército con él para exterminar a todos los varones de la familia de Nabal. Nada parece poder pararle…

Sin embargo, hubo una mujer valiente que fue a su encuentro. “Caiga sobre mí la falta” (I Sam 25, 24), dice Abigail.

Y esta mujer, que tomó la falta sobre ella para salvar a su marido y todos los varones de su familia, expuso todavía otro argumento: “que no haya turbación en el corazón de mi señor por haber derramado sangre inocente y haberse tomado mi señor la justicia por su mano”. (I Sam 25, 31)

La palabra de una mujer no valía nada o casi nada en esos tiempos. Sin embargo, David escucha a Abigail y renuncia a la violencia. David es un hombre capaz de revisar sus intenciones, incluso cuando es una mujer la que le llama la atención.

Saber revisar nuestra intenciones, cambiar de actitud, escuchar los argumentos del otro, renunciar a la violencia… todo esto es prueba de una gran libertad interior, es quizás lo que quiere decir: “ser según el corazón de Dios”.

Texto: Pauline Lodder
Voz: Javier Bustamante
Música: Manuel Soler, con arreglos e interpretación de Josué Morales
Producción: Hoja Nuestra Señora de la Claeraesperanza

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Audio: Una libertad interior