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Hace 20 años, un 7 de mayo de 1996, murió Alfredo Rubio de Castarlenas. Sacerdote, médico, formador de personas. Un gran poeta que hacía del soneto plegaria sentida.

El padre Rubio nació y murió en Barcelona, sin embargo, el Espíritu Santo lo alentó a viajar por un sinnúmero de lugares promoviendo diversos apostolados.

Entre otras iniciativas, Alfredo Rubio, junto con un grupo de personas, impulsó la Hoja Nuestra Señora de la Claraesperanza. Al comienzo era un opúsculo impreso para difundir la devosión mariana por países de habla hispana. Con la llegada de las nuevas tecnologías se ha convertido en un espacio web desde el cual se difunde la devoción de Nuestra Señora de la Claraesperanza: María esperanzada y testigo de la resurrección de Jesús.

Como homenaje a Alfedo Rubio, publicamos uno de los últimos sonetos que escribió, fechado en el año de 1996, dedicado al Espíritu Santo

Soneto birrimo de Secretos

¡Qué poco supe hablar con la Tercera
dulce Persona de la Trinidad!
Tampoco tiene cuerpo, es suavidad
en la brisa que pasa placentera

o en el viento fugaz que te aligera
de penas que son pesos y ruindad.
¡Oh luz que siempre guía en la oscuridad!
presencia en nuestra solitaria era.

¡Oh espíritu que llena la ciudad
y el amplio campo de su Santidad
Sin El, no existe Amor aunque uno quiera.

Sin El, es imposible Caridad
ni la más leve solidaridad
¡Qué sepa abrirme al Don de su Bandera!

Texto: Alfredo Rubio
Voz: Javier Bustamante
Música: Manuel Soler, con arreglos e interpretación de Josué Morales
Producción: Hoja Nuestra Señora de la Claraesperanza


 

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