«…A mis veinticuatro años les manifesté a mis padres que sí, que estaba contento de existir, de haber sido engendrado.
Les dije entonces, también, que me daba cuenta de que mi única oportunidad de existir era naciendo de ellos y que, por lo tanto, me alegraba de que fueran exactamente como eran – con sus aspectos positivos y sus defectos- pues si ellos hubieran sido de otro modo, entonces sus vidas se hubieran desarrollado de manera diferente, hubieran tenido otros amigos, les hubieran gustado otras personas, se hubieran casado con otros…: ni mis hermanos ni yo existiríamos. Con una especie de esperada sorpresa, recibieron mi «evaluación» de su arriesgada opción. La agradecieron hondamente…»
Parrafo del artículo:
Honrar a los padres
de Juan Miguel González Feria
PARA EL DIÁLOGO PERSONAL O EN GRUPO:
Deja tu comentario