Audio: Las fiestas del calendario

Hoy he estado repasando los días festivos del calendario, siempre caigo en la tentación de mirar las fiestas y, sobre todo, los puentes. Haciendo esta rápida ojeada me he dado cuenta de algo que hasta ahora no me había fijado. En Catalunya, donde he nacido, las tres fechas cristianas principales se celebran con dos días de fiesta. Navidad, Pascua y Pentecostés: las tres tienen el día siguiente festivo. No sé exactamente el motivo histórico de esta coincidencia, pero la encuentro muy oportuna. Las cosas importantes han de tener siempre su espacio y tiempo adecuado, sobretodo para gozarlas al máximo.

Sea o no reconocida civilmente, lo cierto es que la fiesta nace cuando la gente sabe darlo todo, ponerlo sobre la mesa y compartir. Si hay tanta confianza que puedo hacer el gesto de darlo todo, estoy propiciando que aquel momento sea festivo. Nosotros somos los que hacemos posible que el día después y todos los días del año sean fiesta.

Durante todo el año, los cristianos vamos recordando diariamente diferentes hombres y mujeres que han dado su vida y han hecho de aquel día una jornada especial. Pero, además de las personas que recordamos de manera especial, ¡hay tantísimas más! En muchos lugares del mundo hay hombres y mujeres que, en silencio, sin hacer ruido, hacen de su vida una donación. Una donación al marido, a la esposa, a los hijos, a los padres, a los amigos, a los vecinos, a la gente. Personas que conocemos, que viven cerca de nosotros y que diariamente optan por vivir de esta manera. Gente normal y corriente que ama y hace del amor el eje de su vida.

Nuestra vida cotidiana es muy normal, a veces tenemos la sensación de que no pasan muchas cosas extraordinarias, el año va muy deprisa y agotamos los días sin darnos cuenta. Pero, si tenemos la suerte de convivir con personas que viven amando, que con su manera de ser y hacer crean fiesta, no necesitaremos de unos días marcados de color rojo, ni que comience o acabe el año para celebrar unas fiestas señaladas, ni esperar unos puentes más o menos largos. Nuestro calendario será diferente, todo el año podrá ser fiesta. Somos las personas las que hacemos posible que el paso de los días sea diferente, que, a pesar de las dificultades que comporta vivir, se pueda convertir el día en gozoso y festivo. Nosotros podemos hacer que cada día del año sea festivo. No esperemos que el calendario marque una fiesta, seamos nosotros portadores de la fiesta.

Por Jordi Cussó Porredon
Voz:  Ester Romero