Vísperas de Subdiaconado
Alfredo Rubio de Castarlena (1919-1996)
Esta noche, Señor, de pronto
la nada se abrazó a mi cuerpo.
Y me ahogaba, Señor…
¡Cómo pesa la nada!
Mañana tu Enviado
–báculo, mitra–
me llamará.
Y yo daré un paso hacia adelante
simbólico, viril,
decisivo,
solemne.*
Esto será
poco después del alba.
……………………………………………
No me turba, Señor,
la difícil promesa de obediencia;
ni que tenga que



Los animales que pueden cantar, ¡cantan! No hay ninguno que pudiéndolo hacer no lo haga algunas, muchas veces. Si pasa por algunos momentos de miedo, de sentirse perseguido, puede ser que calle no sólo por angustia sino incluso
Pero todo ello no es más que la punta que