Libres de apariencias
Desde pequeños vamos grabando en nuestro ser un modelo de persona ideal al cual intentamos parecernos, aún a costa de no ser felices. Este ideal se alimenta de aquellas actitudes que se ganan la confianza de los padres, que nos hacen sentirnos superiores a nuestros hermanos, que nos destacan en la escuela y
Ser unos con Dios nos asusta bastante. Tenemos miedo. No fuera que, con ser unos, quedara mermada nuestra identidad y, ¡a eso no estamos dispuestos a renunciar! El miedo, a menudo, nos viene de pensar que si llego a ser tan uno con Dios, mi