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Audio: Miopes

El conocido escritor Folch i Torres fue miope toda la vida, desde niño. Y explica que cuando era pequeño ni él ni sus padres se dieron cuenta de este defecto visual. Se cuenta una anécdota graciosa: cuando sus padres lo llevaban al teatro él disfrutaba mucho porque oía unos diálogos divertidos y veía unas luces multicolores que le llamaban profundamente la atención. Hasta que llegó un día que lo llevaron al oculista y se dieron cuenta de su profunda miopía y cuando le pusieron gafas  fue entonces cuando comenzó a descubrir un mundo nuevo, maravilloso. E incluso cuando de nuevo fue al teatro, se dio cuenta que el espectáculo no era tan solo unas lucecitas borrosas de colores, sino que habían personajes que se movían en el escenario y que representaban una función.

Yo creo que, a la humanidad, nos pasa un tanto parecido.

No quiero decir que seamos miopes…, sino que tenemos una cierta miopía en nuestra manera de ser. A veces discutimos con alguien y defendemos nuestro punto de vista a ultranza, absolutamente seguros  de que «esto es así».

¿No os ha pasado que con el tiempo, comenzamos a descubrir que aquello que defendimos a capa y espada, no era tanto como decíamos? Nadie puede estar plenamente seguro de la verdad de lo que dice. Deberíamos aprender a decir: «A mí me parece que es así».

Pensemos que solamente esta postura posibilita el diálogo entre dos o más personas. Toda manera de decir «esto es así y se acabó» es romper este diálogo, tan necesario en la convivencia normal y cotidiana con la familia, vecinos y amigos.

Sepamos ponernos nuestras gafas para que desaparezca la miopía de creer que nosotros lo sabemos todo… Quizá el tiempo nos diga que -como aquel famoso escritor cuando era niño-. sólo vemos borrosas lucecitas multicolores y quizá no vemos la realidad tal cual es… una realidad que los demás nos la expresan con su vida.

Pongámonos las gafas de aceptar el parecer de los demás: quizá, hoy ya, veamos un mundo nuevo.

Por Josep Lluís Socías Bruguera (Barcelona)
Voz: Ester Romero