«Dios es Padre»
«Pensar está bien, rezar es mejor, amar lo es todo»
«Pequeños deberes, pequeños esfuerzos. Los mejores, porque no son vistos por nadie, sólo por Aquel a cuyos ojos nada es pequeño»
«La renuncia es la verdadera fuente de la alegría»
«Hay que amar al prójimo con el sudor de nuestra frente y con la fatiga de nuestros brazos»
«Señor dame la fuerza para hacer lo que me pedirás y después, pídeme lo que quieras»
«Hazme comprender que no podemos ser tus discípulos, tus amigos, sin ser contigo crucificados»
«La plegaria es de una eficacia cierta. Oremos, pues, sin cansarnos jamás.»
«Contar más con la plegaria que con la acción; con Dios más que conmigo.»
«El amor al prójimo: olvidarse y darse, soportarlo todo. Gastarse exageradamente»
«No deberíamos nunca odiarnos, ¡hay tan poco tiempo para amarse!»
«Dejarse amar es ser humilde»
«Padre, enséñame a orar sencillamente como te agrada más»
«Hay que anunciar a Dios en el mismo lenguaje de los hombres. Pero es indispensable para ello hablar con el lenguaje de amor de Cristo»
«El silencio evita la dispersión. Es el guardián seguro de la humildad»
«La locura del evangelio es una locura tranquila. Cansancio y tensión no tienen nada de evangélico.»
«El desaliento no viene de Dios, es un acto de desconfianza en su Misericordia.»
«¡Qué fuerza tiene el amor cuando es perfecto! Nos hace olvidar nuestro contento por contentar a quienes amamos.»
«¡Dios mío!, desarrolla en nosotros el gusto por el silencio. Danos la fuerza para que nunca te digamos no y para responder con un sí a todos tus deseos sobre nosotros»
«Que jamás el ruido de las cosas que pasan, nos haga olvidar la silenciosa presencia de Aquel que permanece en nosotros»
«El amor hace tener por descanso, el trabajo… Sólo el amor es el que da valor a todas las cosas.»
«El dinero es un medio del cual uno puede servirse. Pero nunca un ídolo al que se sirve.»
«El desaliento no viene de Dios, es un acto de desconfianza nuestra en su misericordia»
«¡Estad atentos! Era una ardiente preocupación de Jesús el que los hombres se despierten, dispongan y se decidan a una entrega total a Dios»
«Un primer deseo de Dios es que el alma no pierda la paz»
«Hay que vivir en paz bajo la infinita paternal protección de Dios»
«El alma humilde se libera de la obsesión de sí misma, respeta la libertad de Dios, haciéndola guía de la nuestra»
«La renuncia es la verdadera fuente de la alegría»
«La oración no puede estar aislada de la vida: es la vida»
«La fe es el cimiento de la caridad»
«El ejemplo no tiene mejor aliado que el silencio»
«La santidad no consiste en una búsqueda inquieta de la perfección propia, sino en el cumplimiento humilde y confiado de la misión recibida del Señor»
«Para hacer felices a las personas es preciso, hacer resaltar las buenas cualidades de nuestro prójimo, de su corazón y de su espíritu, porque, ¿quién no tiene algo bueno?»
«Ni con la sabiduría, ni con nuestro brillo, procuramos a Dios tanta gloria como la que le proporcionamos con un sencillo acto de amor hacia el prójimo»
«Callar de sí mismo, es humildad.
Callar los defectos ajenos, es caridad.
Callar palabras inútiles, es penitencia.
Callar a tiempo y lugar, es prudencia.
Callar en el dolor, es heroísmo.»
«A falta de orgullo personal tenemos el orgullo de la fe, el más pérfido de todos.»
«Saber callar es, a menudo, sabiduría y acto de virtud.»
«No actuar es, a veces, el mayor sacrificio y la más fecunda de todas las acciones.»
«Hacer sin precipitación la tarea de la jornada.»
«El silencio evita la dispersión.
Es el guardián seguro de la humildad.»
«Hay que saber sacar los grandes deberes contenidos en las pequeñas monotonías de cada día y transformarlos en un espíritu vivo y en amor.»
«Hay que ser dócil a la renuncia.»
«Señor, dame la fuerza para hacer lo que me pedirás y después pídeme lo que quieras.»
«La perseverancia es la gran virtud de la buena voluntad.»
«El silencio es un deber cristiano.»
«Pensar está bien, rezar es mejor, amar lo es todo.»
«Contar más con la plegaria que con la acción; con Dios más que conmigo»
«Sólo Él convierte en ligero aquello que pesa y en dulce y agradable aquello que es amargo.»
«¡Qué bueno es el Buen Dios!»
«Pasando muchas tribulaciones es como se entra en el reino de Dios»
«Señor Jesús, hazme comprender que sólo en ti se encuentra la fuente de la verdadera felicidad.»
«Enséñame a dar gracias por todo y en nombre de todos»
«Saber callar es, a menudo, sabiduría y acto de virtud.»
«La virtud está hecha de detalles y de actos concretos.»
«Dios no nos ha pedido vencer, sino luchar.»
«Delante de Dios, luchar es ganar, sea cual sea el resultado tangible del esfuerzo.»
«Sólo Él convierte en ligero aquello que pesa y en dulce y agradable aquello que es amargo.»
«¡Qué bueno es el Buen Dios!»
«Pasando muchas tribulaciones es como se entra en el reino de Dios»
«Señor Jesús, hazme comprender que sólo en ti se encuentra la fuente de la verdadera felicidad.»
«Enséñame a dar gracias por todo y en nombre de todos»
«Saber callar es, a menudo, sabiduría y acto de virtud.»
«La virtud está hecha de detalles y de actos concretos.»
«Dios no nos ha pedido vencer, sino luchar.»
«Delante de Dios, luchar es ganar, sea cual sea el resultado tangible del esfuerzo.»
«Tu voluntad se reflejará en los acontecimientos.»
«Desarrolla en nosotros el gusto por el silencio.»
«Dios mío, ayúdame, por favor, ilumíname, hazme fuerte, pues hay mucho que hacer y mi pasado apenas me inspira confianza.»
«No sirve de nada lamentarse ante lo inevitable; hay que aceptarlo con coraje y, desde este momento, te conviertes en el vencedor.»
«Líbranos del espíritu posesivo que es contrario al espíritu del Evangelio.»
«La plegaria es una llamada telefónica a Dios»
«Nuestras fuerzas son limitadas pero la fuerza de Dios no tiene límites.
Señor ¿qué quieres que haga?
Señor ¿qué esperas de mí?
Señor ¿qué puedo hacer para complacerte?»
«Amo la soledad interior, pero el aislamiento le pesa a mi alma.»
«No actuar es, a veces, el mayor sacrificio y la más fecunda de todas las acciones.»
«Santa Virgen María, que aprendamos a guardar nuestro recogimiento en medio de las complicaciones de la vida presente.»
«Actuemos sobre aquellos que nos rodean, no con una vana predicación… sino con el ejemplo de nuestra vida.»
«Dios es fiel y no permitirá que seáis tentados más allá de vuestras fuerzas.»
«Que el hombre esté presto a escuchar; lento para hablar; lento para encolerizarse.»
«Danos la fuerza para que jamás te rechacemos y para responder con un “sí” total a todos tus deseos sobre nosotros.»
«Saber comprender nuestro tiempo y no desesperarse por el futuro.»
«¡Ah! ¡Si conociéramos la omnipotencia de la oración!»
«La prueba está a la medida de nuestras fuerzas, o nuestras fuerzas a la medida de la prueba.»
«Saber sonreír ¡qué fuerza!»
«Señor, ya ves, no puedo… Ayúdame.
Dame fuerza y después pide…»
«Cuando Jesús está aquí, todo es bueno.»
«Quien hiere al prójimo hiere a Dios»
«La humildad de María brilla en su silencio, es lo más elocuente.»
«María: máxima en su fidelidad a Dios y a los hombres. Realizó la más perfecta armonía entre contemplación y acción a través de las tareas más humildes de su vida cotidiana.»
«La pobreza evangélica no es más que una consecuencia del amor.»
«Le pedimos algo, y Él nos da algo más importante que nosotros no vemos ni comprendemos; ¡qué tontos y orgullosos somos!»
«Dios vive en cada ser, y aguarda ser adivinado allí para crecer.»
«Tú nos darás la paz y la alegre tranquilidad, necesaria para poder unirnos a Ti y hacer juntos lo que haya que hacer para la felicidad de nuestro prójimo y seamos todos unos en Ti»
PENSAMIENTOS TANTE BIGOURDAN. Después de morir Tante Bigourdan, esa mujer extraordinaria que está en la raíz de esta Hoja, hemos hallado en sus escritos personales muchos pensamientos algunos de los cuales seguimos reproduciendo aquí. Unos recogidos por ella, otros propios, pero todos incidieron particularmente en el itinerario de su vida.