El padre Alfredo Rubio de Castarlenas (Barcelona, 1919-1996), sacerdote de la diócesis de Barcelona, al regresar de uno de sus viajes por América vio la necesidad de crear una hoja mariana que se distribuyera a modo de confeti por todo el continente. Los confetis son unos papelitos festivos que caen como lluvia alegre y de colores, como si fueran un arco iris de paz.

La veneración de la Virgen María en su advocación de la Claraesperanza nace en el antiguo monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, situado en Badalona población cercana a Barcelona. Su fiesta se celebra el Sábado Santo, día en que la Iglesia medita cerca del sepulcro del Señor, recordando que la Virgen fue la única que mantuvo viva la llama de la esperanza.

María es modelo de clara esperanza. A lo largo de nuestra vida tenemos que pedirle que nos ilumine con la claridad de su esperanza. Desde la soledad y el silencio, al que está dedicado este monasterio, puede salir la Hoja Nuestra Señora de la Claraesperanza, destinada a inundar toda América y desde América el mundo entero de esta esperanza esclarecida.

Pablo VI, definió el continente americano como el continente de la esperanza.

Esta Hoja quiere contribuir, con humildad y realismo, a esclarecer está arraigada esperanza.

Esta Hoja, ahora en formato digital, “quiere ser un humilde cauce para que tantas esperanzas difusas se iluminen a la luz de María y hagan que la realidad sea así más gozosa, puesto que la auténtica esperanza y la verdadera alegría son el único motor para actuar con fruto” (Hoja n. 0)

La Hoja Nuestra Señora de la Claraesperanza, católica, no desea otra cosa que ser leída, interiorizada y que se haga aliento de sus lectores. No quiere interferir en ningún proyecto de evangelización sino aportar esperanza a todos.

Esta Hoja es un apostolado de los laicos para los laicos. Quiere contribuir a alcanzar la humildad óntica* que es la base de la santidad. Donde hay orgullo Cristo no entra.

Un equipo cuidamos de su redacción y difusión. Nos alegra conocer su opinión sobre el fruto de esta hoja volandera. Dios bendiga a los que contribuyen a su difusión.

Se sustenta con el trabajo de numerosos voluntarios y con donativos económicos.

Edita:
Grupo Claraeulalias

Escuchar el canto Nuestra Señora de la Claraesperanza

Humildad óntica: aceptar con gozo lo que uno es: un ser contingente

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