Andura Pascual. Camino de la alegría
«De pronto se produjo un gran terremoto. Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. ¡Ha resucitado!»
(Mt 28,2a.4.6a)
¡RESUCITÓ!
¡Resucitó! Justo a la alborada, María —la única que tenía Clara-esperanza en ese sábado tan solitario—, diría a