¡Benditos defectos!

Se sorprende uno cuando cae en la cuenta de que los defectos son útiles. Sí; los defectos nos conforman; nuestras características acusadas se convierten en el perfil por el cual los demás nos conocen, nos recuerdan y hasta, en muchos casos, nos aman.

Oí decir a un amigo bombero –los de esta