De la soledad y del silencio

He estado dos semanas en una ermita. Solo. En soledad y silencio. Queriendo encontrarme conmigo mismo y con Dios.

El primer día me parecía imposible poder estar así los días propuestos y sin nada que me distrajera del objetivo que yo perseguía. Nada de periódicos ni de revistas; nada de televisiones ni