La humildad: peregrinar hacia Dios
La humildad es una peregrinación en la que nos vamos descalzando de lo que no somos. Vamos descubriendo que somos limitados y que, gracias a esos límites, podemos ser. Necesitamos y somos necesarios. La humildad es la alegría de ver, en el rostro de los demás, el rostro de Dios.