salmos

Amigos de Dios

Cuando llegamos realmente a saborear estar a solas con Dios, vamos siendo, vamos sintiéndonos, amigos de Dios; porque no es baldío lo que dice Cristo: “Ya no os llamo siervos, os llamo amigos”. Amigos es una cosa mutua. Si Él me llama amigo, yo puedo llamarle amigo también, ¡somos amigos! ¡Qué tremendo descubrimiento

Por |2024-08-28T07:54:32+00:003 mayo, 2014|