Unión de voluntades
Cuando nos dirigimos al Padre con la oración que Jesús nos enseñó, el Padrenuestro, hay un momento en que le pedimos: “hágase tu voluntad…”. Este “hágase tu voluntad”, formulado así, podría parecer como si le diéramos una orden a Dios o cediéramos ante un pulso de fuerzas y acabáramos diciéndole que haga lo
Ser unos con Dios nos asusta bastante. Tenemos miedo. No fuera que, con ser unos, quedara mermada nuestra identidad y, ¡a eso no estamos dispuestos a renunciar! El miedo, a menudo, nos viene de pensar que si llego a ser tan uno con Dios, mi