Míralo, míralo, míralo: clavado fue por ti, fue por mi amor crucificado.
Míralo, míralo, míralo: clavado fue por ti, fue por mi amor crucificado.
Yo creo en el amor, yo creo en el amor de Dios.
Yo creo en el amor, yo creo en el amor de Dios.

Después que una cena un traidor le confesó por unas monedas, unas treinta, le vendió.
Le aprendieron en el monte. Sólo el calló, sus amigos le negaron, la maldad le condenó.
De espinas su cabeza de azotes sangró, llevando la cruz, nuestra pertenencia.
La muerte nos señala: para nadie hay clemencia. Mi Padre que me ama lo entregó por amor.
Un madero le condena. Él me salvó, un amor crucificado, locura de amor.
No sé si te das cuenta de lo que está pasando: Él se entrega por ti y tú sigues pecando.

Yo creo en el amor, yo creo en el amor de Dios.
Yo creo en el amor, yo creo en el amor de Dios.
Míralo, míralo,  míralo: clavado fue por ti, fue por mi amor crucificado.
Míralo, míralo, míralo: clavado fue por ti, fue por mi amor crucificado.

Mi vida era un sinfín de sinsabores. Mis amigos de antes se dieron a los vicios.
Unos grandes perdedores. Gracias a mi Dios que me rescató de las balas de la muerte.
Él me salvó, no hay descomplacencia en tu vida de demencia.
Dobla tus rodillas, si arrepentido estás confiésale tu dueño, Él te salvará.
Él cambió mi lamento en baile.

(Coro-2)
La mano arriba, la mano abajo y para un lado y para el otro: la cruz de Cristo.
Ella es mi gloria y es signo de su amor.
La mano arriba, la mano abajo y para un lado y para el otro: la cruz de Cristo
que me sostiene es signo de su amor.
Yo creo en el amor, yo creo en el amor de Dios.
Yo creo en el amor, yo creo en el amor de Dios.

(Coro-2)
La mano arriba, la mano abajo y para un lado y para el otro: la cruz de Cristo.
Ella es mi gloria y es signo de su amor.
La mano arriba, la mano abajo y para un lado y para el otro: la cruz de Cristo
que me sostiene es signo de su amor.