«…Lo cierto es que: o abrazamos con alegría nuestra muerte o no podemos abrazar con total gozo nuestra vida, que es mortal. Si nos fastidia la muerte, no nos acaba de contentar una vida que es finita. Sin darnos cuenta de que: o somos seres mortales o no existiríamos; de manera que ¡qué suerte ser mortales porque eso quiere decir que existo! y no tengo otra posibilidad de existir más que ésta…
…Aunque parezca una paradoja, que, por tener menos tiempo, deberíamos tener más angustia y menos tiempo para todo. Pues no. Al revés; cuando se ha aceptado no ser un dios, se tiene tiempo para todo, para sí mismo y para el bien común. Y lo contrario, los del enojo porque no están conformes con esta vida, que dicen: “yo que existo, debería tener la existencia plena, ilimitada, infinita”. Parece como si el no tenerla, fuera un robo, una frustración, una estafa por parte de Dios.
Párrafo del artículo
La humildad de sabernos mortales nos abre a cuidar el mundo
de Josep Lluís Socías
PARA EL DIÁLOGO PERSONAL O EN GRUPO:
¿Abrazas con alegría que tu vida sea finita?
¿Estás reconciliada con la hermana muerte?
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