El Papa confía cada mes a su Red Mundial de Oración, intenciones de oración que expresan sus grandes preocupaciones por la humanidad y por la misión de la Iglesia. Su intención de oración mensual es una convocatoria mundial para transformar nuestra plegaria en «gestos concretos», es una brújula para una misión de compasión por el mundo. De este modo, propone un camino para movilizarnos cada mes, por la oración y la acción, por un mundo más humano, fraterno y solidario. Estas intenciones de oración son el fruto de un largo proceso de discernimiento en la Iglesia, desde diversos países del mundo, y con propuestas provenientes de varios dicasterios, congregaciones y servicios de la Santa Sede. Al final de este proceso de varios meses, el Papa, con las propuestas recibidas de la Red Mundial de Oración del Papa, toma un tiempo para orar y discernir los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia. Finalmente confía entonces sus 12 intenciones de oración a todos los fieles para el año siguiente, que son verdaderas orientaciones para nuestra vida y misión.

Diciembre:

La esperanza cristiana es un regalo de Dios que llena de alegría nuestra vida.

Y hoy, la necesitamos tanto. ¡El mundo la necesita tanto!

Cuando no sabes si mañana vas a poder dar de comer a tus hijos, o si lo que estás estudiando te permitirá tener un trabajo digno, es fácil caer en el desánimo.

¿Dónde buscar la esperanza?

La esperanza es un ancla. Un ancla que vos la tirás con la cuerda y arraiga en la playa.

Y nosotros tenemos que estar aferrados a la cuerda de la esperanza. Bien agarraditos.

Ayudémonos unos a otros a descubrir este encuentro con Cristo que nos da la vida y pongámonos en camino como peregrinos de la esperanza para celebrar la vida y dentro de la vida entra también el próximo Jubileo como una etapa.

Llenemos nuestro día a día con el don que Dios nos da de la esperanza y permitamos que a través de nosotros llegue a todos cuantos la buscan.

No se olviden: la esperanza no defrauda nunca.

Oremos para que el próximo Jubileo nos fortalezca en la fe, nos ayude a reconocer a Cristo resucitado en medio de nuestras vidas, y nos transforme en peregrinos de la esperanza cristiana.

Francisco