con sangre un cheque en blanco
y dejarlo sin trabas encima de la mesa
al descansado alcance
de quien, habiéndose arrepentido,
anhele regresar ¡y venga!
a la mansión amiga.
Si aquéllos que nos maltrataron,
persistiendo en su alejamiento,
quisieran ser ladrones
de este leve papel azul,
¡de nada les servirá
que estuviera firmado y rubricado!
Entre sus manos sucias
el tan valioso documento
se les desharía en cenizas
por las aceras
antes de que llegasen
al Banco invisible de la amistad
sin precio.
Un cheque en blanco ciertamente
es el perdón
que se ofrece de veras.
Porque es el «per-donar», estar dispuesto
a donar «muchos dones»
a las mismas personas
que malbarataron los primerizos regalos
que les dimos, cándidamente.
Si vuelven, les ofreceremos, sí!,
aún más.
Que es mayor la alegría
del acercarse aquéllos que se huyeron
¡los amigos perdidos
de nuevo recobrados!
No importa que se fueran
setenta veces siete,
cada vez que nos vuelven
es porque mejor nos conocen
y cada vez se nos retornan
con mayor confiada libertad.
Y más humildes,
más verdaderos.
Perdonar, es más todavía.
Es salir,
sin que nos importe el tiempo borrascoso,
ni el día ni la hora
ni el que dirán
los amigos que nos quedaron.
Salir llevando entre los dedos
este cheque sin números
-el corazón-
y caminar por todas las veredas
en busca
de esos amigos
desamigados,
perdidos en el bosque.
Qué gozo al encontrarlos aún viviendo,
no muertos del todo
pues al vernos sonríen
como niños que juegan
al escondite aunque asustados
de intuir los peligros
que en la maleza de su soledad,
aleves,
les acechan.
Perdonar es amar sin límites.
Es reamar muchas veces,
multiplicando
la misma intensidad gozosa
de la pleamar del amor.
Y perdonando
es ¡sí! como mejor se alcanza
que los demás ¡al fin!
nos amen plenamente.
Y también lograremos
que ellos, a nosotros
-tantas veces a nuestra vez perdidos-
nos busquen sin sosiego y nos hallen.
Y, mirándonos como sin mirarnos,
¡nos reperdonen!
Por Alfredo Rubio de Castarlenas
Voz: Ester Romero
Música: Manuel Soler, con arreglos e interpretación de Josué Morales
Producción: Hoja Nuestra Señora de la Claraesperanza
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