Son muy famosos internacionalmente los libros que los ingleses llaman «Who is who» (Quién es quién). Recogen los perfiles biográficos de diversos personajes importantes, con los datos de su vida, su fotografía y a veces, incluso la lista de sus obras. Se editan por naciones o ciudades, o por actividades. También existe, por ejemplo, un «Quién es quién» en la Iglesia.
La Iglesia, pionera en muchas actividades, hace mucho que lo inventó con los «Santorales», que exponen las vidas de algunos santos: estos ilustres personajes que con la ayuda del Espíritu Santo quisieron seguir los pasos de Jesucristo como María, José y los Apóstoles y de un modo u otro consumieron sus vidas en este empeño.
Pero en el Cielo, además, seguro que hay un completísimo «Quién es quién» de todas las personas humildes y sencillas de todos los tiempos pues Cristo murió por el bien de todas las generaciones: hombres prehistóricos, que contemplando la maravillosa naturaleza descubrieron la bondad de su Dios creador; personas que han compartido un trozo de pan ganado en el esfuerzo diario de construir un mundo mejor. Todos -y cada uno de ellos- tienen su «ficha» en la que constan sus sonrisas, sangre, sudor y lágrimas.
¡Qué sorpresa más enorme en el Cielo, de ver tantos santos que fueron aquí anónimos, que en su vida de cada día supieron ser seguidores de Jesús!
Son unos santos cotidianos, que tienen su biografía en el gran libro de «Quién es quién» en el Cielo.
Por Josep Lluis Socías
(Barcelona)
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