El Papa Francisco ha vuelto a ser noticia, esta vez en Philadelphia. Estados Unidos. Mientras recorría la ciudad saludando y bendiciendo a la multitud, vio a una pareja que alzaba a su hija, Quinn Madden, que estaba vestida con su mismo traje blanco y sombrero (Mirtra), ante lo que el Pontífice no pudo evitar soltar unas carcajadas.
Una persona de su equipo de seguridad llevó al bebé al Papa Francisco, quien la tomó, la bendijo y finalmente la besó. El Pontífice pidió que se le dijera a la familia que apreciaba su “gran sentido del humor”.
Segundos después de haber conocido a la pequeña Quinn, otro menor con atuendo divertido es llevado donde el Papa Francisco para que recibiera su bendición.
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