En muchos lugares la fiesta de la Candelaria es muy celebrada. Es la fiesta donde a Jesús se le invoca como la Luz del mundo. Pero también es un día mariano porque se celebra a María como Nuestra Señora de la Luz o María Candelaria.

Esta festividad tiene su origen en el pasaje evangélico donde Jesús es presentado en el Templo de Jerusalén. Lo podemos encontrar en el capítulo 2 del evangelio de Lucas. El motivo de la presencia de la sagrada familia es cumplir la ley de Moisés en cuanto a la presentación de Jesús en el Templo, su consagración al Señor como primogénito y la purificación de la madre.

En la escena vemos dos parejas: una de jóvenes, llevando al pequeño en brazos (María y José), y la otra de ancianos (Ana y Simeón), esperanzados en la salvación del pueblo, en la conversión, en la transformación social. Es curioso como siempre asociamos el cambio a la fuerza de la juventud. En cambio, aquí vemos la esperanza de un mundo mejor en los ojos de una anciana y un anciano. Estos son capaces de descubrir en el infante Jesús al esperado Mesías. ¡Lo han visto, ahora ya pueden marchar en paz!

Este pasaje es una llamada a escuchar a nuestras ancianas y ancianos. A menudo, ellos ya han contemplado mucho, son capaces de captar la alborada de un mundo nuevo. Aquellas personas que ya vienen de regreso, que pueden ver la realidad por segunda vez, son las que pueden captar la fuerza de las evidencias.

Recordemos, también, como a lo largo de los evangelios Jesús nos pide velar. Sólo quien vela es capaz de contemplar cuando sale la luz del día. Hemos de velar nuestra propia vida, estar atentos de aquellos momentos en que se enciende la luz de Dios en nosotros para seguirla.

En la fiesta de la Candelaria recordamos que Jesús es la luz del mundo. Pero no hemos de olvidar que cada uno y cada una somos parte de este mundo. Es en el corazón de cada uno que se enciende esta luz para iluminar al resto de la creación. Somos el pabilo donde se posa la flama.

Texto: Javier Bustamante
Producción: Hoja Nuestra Señora de la Claraesperanza

 


 

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