¡Cásate con mamá!
Audio: ¡Cásate con mamá!
Esta frase no es título de un film cómico, no. La frase completa es: «papá, ¡cásate con mamá!», y la oí al hijito de un amigo. El niño siempre ha conocido a su madre y a su padre por
Audio: ¡Cásate con mamá!
Esta frase no es título de un film cómico, no. La frase completa es: «papá, ¡cásate con mamá!», y la oí al hijito de un amigo. El niño siempre ha conocido a su madre y a su padre por
Audio: Relanzar la esperanza
Pasamos demasiado aprisa ante la belleza. Lo bello de las cosas merece un rato de contemplación. Es como quien visita un gran museo en pocas horas y lo hace con prisa para abarcarlo todo. Sería mejor, quizá, que esa persona se detuviera observando uno de los buenos cuadros
En el maravilloso relato de la Anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen María, hay un detalle que vale la pena observar con detenimiento. Ciertamente es pequeño dentro del gran conjunto de ese Anuncio, pero nos muestra un rasgo importante de la humildad de María que tiene, además, consecuencias para nosotros.
El detalle a
Amarse es un regalo de Dios. Amarse no se puede hacer sin un don de Dios; por eso hay que celebrar los Sacramentos, por eso hay que vivir el bautismo y la penitencia y alimentarnos en la eucaristía; con nuestras solas fuerzas, no podemos. Pidámosle ayuda a Dios, pero pidámosla bien. No le
El Papa Juan Pablo II, en su estupenda Carta Apostólica titulada «Al comienzo del nuevo milenio» (en latín, «Novo millenio ineunte»), en el número 4, nos dice que el cristianismo es nada menos que una sorpresa: «El cristianismo –explica–… es la sorpresa de un Dios que, satisfecho no sólo con la creación del
Cosa muy importante para que la esperanza cristiana sea verdadera, es esperar no cualquier cosa, sino aquello que nos ha sido prometido por Dios. Aquellos bienes y dones que Él nos concede en su Providencia.
Uno puede poner sus expectativas en cosas o acontecimientos que cree convenientes para el diario vivir, pero
En el entorno donde nací no hay ferrocarril, quizá porque son tierras muy montañosas. Recuerdo la primera vez que vi pasar cerca de mí un tren. Fue en la espera de un paso nivel en las llanuras de Castilla. Nos bajamos del coche. La línea férrea era larga y rectilínea; su vista se
Se sorprende uno cuando cae en la cuenta de que los defectos son útiles. Sí; los defectos nos conforman; nuestras características acusadas se convierten en el perfil por el cual los demás nos conocen, nos recuerdan y hasta, en muchos casos, nos aman.
Oí decir a un amigo bombero –los de esta
Las bienaventuranzas del sermón de la montaña poseen constante actualidad, y amplían incluso su campo de acción dirigiéndose a las desventuras de los hombres y las mujeres de hoy. Los que lloran, los que sufren por causa de la justicia, los hambrientos, etc., tienen siempre la promesa de Jesucristo de que son y
Esta semana Santa pude participar en las celebraciones de una ciudad al norte de Portugal. El domingo de Pascua por la mañana más de 30 compassos formados por 5 ó 6 personas fueron enviados a anunciar a la ciudad que ¡Cristo ha resucitado!…
Muchos de nosotros vivimos la devoción del Santo Rosario